martes, 26 de agosto de 2014

Trilogía Existence (Abbi GIines)

¿Qué sucede cuando eres acosada por la Muerte? Te enamoras de él, claro. Pagan Moore, de diecisiete años, ha estado viendo almas toda su vida. Desde que notó que los extraños que a menudo veía caminando a través de las paredes no eran visibles para los demás, comenzó a ignorarlos. Si fingía no verlos, entonces la dejarían sola. Hasta que salió de su auto el primer día de escuela y vio un chico increíblemente sexy descansando en una mesa de picnic, observándola con una mirada burlona en su rostro. El problema es que sabe que él está muerto. No desaparece cuando ella lo ignora, pero hace algo que ninguno de los otros ha hecho nunca. Él habla.

Ella era mía. Yo tenia su alma.Hasta que La muerte le robó el corazón.” -Leif. Para quienes no sabían, la autora de la trilogía “Existence” decidió hacer un “Leif POV” del segundo libro “Predestined”.


Puedes pensar que después de ayudar a salvar a tu novio de una eternidad en el infierno las cosas pueden volver a la normalidad.Bueno, tan normal como puede ser la vida cuando puedes ver almas y tu novio es la Muerte. Sin embargo, para Pagan Moore, las cosas están apenas más extrañas.
El mariscal de campo de la escuela secundaria y actual rompecorazones, Leif Montgomery, ha desaparecido. Mientras que la ciudad está en frenesí de preocupación, Pagan es un manojo de nervios por otras razones. Al parecer el bueno de Leif no es un adolescente promedio.


¿Puede hacer que se enamore de él… otra vez? Cuando Pagan Moore resultó ser digna de la devoción de La Muerte, a él se le dio la oportunidad de quedarse con ella. Pero a Dank nunca le prometieron que Pagan se quedaría con él. Cuando un alma es creada, también lo es su pareja. En cada vida estás almas se encuentran. Completan el destino del otro. Es hora de que el alma de Pagan elija si de verdad quiere una eternidad al lado de La Muerte, o si quiere al compañero creado sólo para ella. Dank no creía que fuera a tener que preocuparse por su elección. Sabía que su corazón le pertenecía. Hasta que descubrió de que cada beso, cada caricia, cada momento de su tiempo juntos sería borrado de sus recuerdos. Tendría que ganar su corazón de nuevo y demostrarle a su alma que él es a quién pertenece. Si tan sólo el compañero de su alma no estuviera allí parado en su camino…


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